Desde muy joven he vivido situaciones, en la que mi vida se ha visto comprometida, limitada y hasta condicionada, por tema salud, lo que ha impactado mi área laboral, económico y las relaciones personales de las que me he rodeado.

Desde un cáncer con el que me daban 5 meses de vida, un accidente de auto, casada a mis 17 años, lo que termino en un divorcio.  Sin saber quién era y lo que quería, mucho menos lo que era el amor. no tuve la libertad de SER, estudiar y realizarme como mujer, perdí todo a nivel económico, las relaciones de pareja siempre mantenían la misma dinámica, de abuso físico, emocional, mental y sexual. Solo proyectaban el poco amor y Valia que me tenía. Operada 7 veces, Con un diagnóstico de 5 enfermedades autoinmune.

Hasta experimentar el rechazo del amor más grande y prístino de mi vida, el de mi hijo. 

Yo era como una pelusa en el aire.  Era muy normal que esto sucediera. Pues me desconocía. No sabía quien era, siempre me encontré al servicio y cumpliendo la vida y los sueños de otros;  El miedo y la inseguridad controlaban mi vida.

Buscar afuera aprobación, amor y conseguir más rechazo, menos atención.  Esto solo acentuaba la poca Valía que me tenía. 

Siempre que conseguía sentirme bien conmigo misma, una fuerte voz interna me gritaba, ¿Quién te crees que eres?. Los pensamientos negativos y el autosabotaje se hicieron algo común. Y así mi vida se hizo cíclica, perdiendo la salud y casi la vida en muchas oportunidades.

Hasta que una vez más, me vi caída, el dolor por las circunstancias externas, la escasez, la enfermedad, volvieron a tocar mi puerta, pero esta vez debía hacer algo distinto.

Y entendí que era necesario CONOCERME, hacer un stop y redireccionar mi atención.

Armarme de coraje y valor para volver a mí, establecer contacto y comunicación conmigo, entre mi adulta y mi niña interna. Conectar con mi propio poder interno.

Ya no podía seguir abandonándome y desconociendo de mis creencias limitantes y emociones.